Técnicas básicas

Para un principiante es mejor comenzar con la concentración. De otro modo, cuando trates de calmar y vaciar la mente, millones de pensamientos inesperados entrarán en tí y no podrás meditar ni por un segundo. Si te concentras, en ese momento estarás retando a los pensamientos incorrectos que tratan de entrar en tí. De manera que, en el comienzo, simplemente practica la concentración por algunos minutos. Más tarde, después de varias semanas o varios meses, puedes practicar la meditación.

Cuando comiences a meditar, trata siempre de sentir que eres un niño. Cuando uno es un niño, la mente no está desarrollada. A la edad de doce o trece años, la mente comienza a funcionar en un nivel intelectual. Pero antes de eso, un niño es todo corazón. Un niño siente que no sabe nada. No tiene ideas preconcebidas acerca de la meditación y la vida espiritual. Quiere aprenderlo todo de primera instancia. Primero siente que eres un niño y luego trata de sentir que te encuentras en un jardín florido. Este jardín florido es tu corazón. Un niño puede jugar en un jardín durante horas. El va de una flor a otra, mas no deja el jardín, porque recibe alegría de la belleza y la fragancia de cada flor. Siente que dentro de ti hay un jardín y que puedes permanecer en él todo el tiempo que quieras. De esta manera puedes aprender a meditar en el corazón. Si puedes permanecer en el corazón, comenzarás a sentir un llanto interno. Este llanto interno, el cuál es la aspiración, es el secreto de la meditación.

Cuando un adulto llora, su llanto usualmente no es sincero. Pero cuando un niño llora, aunque esté llorando sólo por un dulce, es muy sincero. En ese momento, el dulce es el mundo entero para él. Si le das un billete de cien dólares, no estará satisfecho; él quiere sólo el dulce. Cuando un niño llora, inmediatamente su madre o su padre vienen a él. Si puedes llorar desde lo profundo de tu interior por la paz, la luz y la verdad y sea esto lo único que te de satisfacción, entonces Dios, tu Padre y Madre eterno, vendrá a ayudarte.

Debes tratar de sentir siempre que estás tan desamparado como un niño. En el momento en que te sientas desamparado, alguien vendrá a ayudarte. Si un niño está llorando y perdido en la calle, alguna persona bondadosa le mostrará dónde está su hogar. Siente que estás perdido en la calle y que está amenazando una tormenta. La duda, el miedo, la ansiedad, la preocupación, la inseguridad y otras fuerzas no divinas están cayendo sobre ti. Pero si lloras sinceramente, alguien vendrá a rescatarte y mostrarte cómo volver a tu hogar, el cual es tu corazón. ¿Y quién es ese alguien? Es Dios, tu Piloto Interno.

Temprano en la mañana invita a Dios,

tu Amigo, tu verdadero Amigo, tu único Amigo,

a caminar contigo el día entero.

Meditación: La Perfección el Hombre en la Satisfacción de Dios por Sri Chinmoy